Introducción y antecedentes:

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La travesía del Canal de Menorca es una travesía de larga distancia muy poco conocida, seguramente debido a que el último nadador que la realizó lo hizo 37 años antes que yo.

La idea surgió pocos meses después de completar la del Estrecho de Gibraltar. Entonces, tenía en mente ir a probar de cruzar el Canal de la Mancha, pero teniendo en cuenta el salto que significaba, creí oportuno buscar algún otro reto preparativo para poder afrontar con garantías el llamado “Everest de los nadadores” o “English Channel “.
Me planteé realizar una travesía por etapas y recorrer toda la Costa Brava, desde el cabo de Creus hasta Blanes. También cubrió el trayecto de Barcelona-Ciutadella con relieves … y finalmente escogiendo el Canal de Menorca, probablemente por tener la misma distancia que el Canal de la Mancha.

Uno de los factores claves de mi decisión, fue conocer a Montserrat Trasserra, pues ella es la única nadadora española que realizarla en Julio de 1969.

 

Crónica del nadador:

Nadador: Miquel Suñer Comalat
Fecha: 19 de julio de 2009
Lugar de salida: Ninguno de Artruitx (Menorca)
Lugar de llegada: Jefe de Freu (Mallorca)
Hora salida: 4:50
Hora llegada: 17:09
Distancia real de bebé: 39.4 Km
Duración de la travesía: 12h 19m
Temperatura del agua: 25 ° C
Embarcación de apoyo: SENSACIONES
Piloto: Biel Cerdà / Damián Díaz
Entrenador: Jordi Jou

Acompañados: Joan Suñer, Bernat Serdà, Cristina Reig, dos cámaras de IB3.
Fiscalitació: Alfredo Romero Yuste (Capitán Marítimo de Ciutadella). Filmación IB3.
Preparación previa: 700km en piscina, 100Km al mar.
Condiciones meteorológicas: Marejadilla a marejada con mar de fondo del norte las 2 primeras horas. Mar plana las siguientes 8 horas. Marejadilla con viento fuerza 3 dirección sur con fuerte corriente de componetes sur de casi un nudo de velocidad las darreras due horas.
La travesía del Canal de Menorca ha sido una experiencia única que creo que no olvidaré nunca. Y digo única porque el mar es un medio cambiante y lleno de sorpresas … y tal como digamos los surfistas, ninguna ola es igual a la anterior …
La madrugada del domingo el mar me tenía reservadas varias sorpresas para poner a prueba mi fortaleza mental y física. La visualización de la travesía era muy clara: había que nadar los primeros 20 kilómetros (distancia ya conocida) administrando muy bien la energía y reservando fuerzas ya partir de ese momento pasando hora a hora sin obsesionarse con llegar. Pues bien, si algo he aprendido es que en el mar, los planes sirven de poco. Resultó que salir de noche, para aprovechar al máximo la bonanza propia de estas horas, no sirvió de nada. Las dos primeras horas nadé con mar de fondo del norte debido al temporal del día anterior que me golpeaba la cara y me desestabilizaba haciéndome invertir mucha más energía de la necesaria en cada brazada. La angustia de nadar de noche y ver siluetas de medusas pasar por delante el foco en mi sendero hizo que el comienzo fuera una auténtica prueba de autosuperación. Con la salida del sol, el mar se fue calmando y mis pensamientos negativos también. Fue entonces donde tuve un periodo de 8 horas en que nadé muy concentrado. El ritmo de brazadas por minuto era muy bueno y constante (46-48). Incluido me permitía hacer bromas con la tripulación durante los pocos segundos que duraban los avituallamientos. Parecía que las cosas saldrían bien y cada hora que pasaba, hora 6, hora 7, pensaba que ya estaba batiendo mi recuerdo personal de horas nadando sin parar. Muy en el fondo, sabía que la previsión advertía de marinadas (vientos térmicos) dirección sur en la costa de Mallorca, pero prefería pensar en positivo. Fue entonces cuando, y con toda la buena intención del mundo, el equipo de personas que me acompañaban decidieron cambiar el criterio de comunicación conmigo. Hasta ese momento me informaban de la distancia recorrida, el tiempo invertido y las brazadas por minuto en una pizarra cada vez que paraba. Pues creyeron oportuno seguir informándome de la distancia pero restante. No sé si debido al cansancio o al comienzo de la entrada del viento y la mala mar, empecé a obsesionarme con que me estaban engañando. Durante las dos últimas horas se vivieron momentos de nervios e incertidumbre por parte de todos. La corriente y el viento en contra cada vez eran más fuertes y la distancia recorrida entre las paradas era menor. Recuerdo que pedí que la embarcación no se alejara de mí muchos metros, necesitaba tener mi gente lo más cerca posible nos aquellos momentos tan difíciles. A menudo, cuando una ola no me dejaba hacer la brazada correctamente, hacía gritos de rabia en bajo el agua. Los últimos 1.500 mtrs fueron, sin duda, los más largos de mi vida. Al llegar a Mallorca, me subió a la roca y le di un beso. Mi sueño se había hecho realidad y todo el sufrimiento de los últimos meses había valido la pena. Todo el mundo de la embarcación se puso a aplaudir y yo también las aplaudía a ellos, ya que sin ellos no lo hubiera conseguido. Muchas gracias a todos !!

Historia

Kendall Mellor
Octubre del 1968 (16h i 18m)

Montserrat Tresserras
16 de Juliol de 1969 (21h i 7m)

Dellys Beynon
18 de Juliol del 1971 (16h i 9m)

Kevin Murphi
8 Octubre del 1972 (15h i 41m)

Fotos: